Experiencias de un turista en El Puerto

Abro los ojos y no se bien qué me ha despertado. Escucho atenta y oigo como una señora da los buenos días a gritos. Estoy alojada en el centro de la ciudad y desde bien temprano se llena de vida con los vecinos que acuden a realizar las primeras compras del día. Me levanto, me ducho y bajo a desayunar por los alrededores. Traigo anotaciones sobre lo que tengo que pedir, un "mollete con jamón" me resulta un poco extraño para desayunar pero allá donde fueres.....

Tras un desayuno sabroso y espectacular, me han indicado que hoy en la ciudad hay una especie de mercado pero me han dicho otro nombre, ¿cómo era........? Mercadillo, exacto. Primero compraré algo de sustento en el mercado central y buscaré ese mercadillo.

He estados en varios puestos de mercados en las ciudades que he visitado pero reconozco que este es diferente. Es como si tuviera vida propia, es alegre, está lleno de gente tanto vecinos como turistas como yo y todos tenemos una cara de uau!. Entender a los vendedores me ha llevado un rato, pues gritan muy deprisa (parecen pujadores de bolsa) pero paseando despacio y poniendo oído he captado finalmente su letanía: a euro a euro a euro pero tan deprisa lo cantaban que parecía que decían leuro.

Hago un recorrido completo viendo todos los tenderetes, los hay de ropa (para adultos, niños, bebés, ropa de cama.....), de zapatos, de telas, de complementos, y de fruta y aceitunas, espectacular me ha parecido y para sumarle más interés está junto al río y llega hasta la playa. Merece la pena sin duda esta visita para convivir con los vecinos locales y ver sus costumbres.

Te apuntas? Seguiré contando qué tal mis experiencias, total es sólo mi primer día y aún me quedan 10.